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¿Conoces el Diseño Universal Inclusivo?

No se puede construir una sociedad sólo para unos pocos. Ronald Mace (1941-1998) arquitecto, diseñador, profesor y usuario de silla de ruedas, lo tenía clarísimo: Ya era hora de alcanzar un nuevo enfoque que tuviera en cuenta a todas las personas. Esto es, el planteamiento de productos que desde su nacimiento cuentan con las distintas capacidades humanas en su completa variedad. Así es el Diseño Universal Inclusivo.

Persona usa una silla de ruedas en el metro

El Diseño Universal Inclusivo puede verse en acción cuando las personas usuarias de silla de ruedas pueden acceder sin problemas al metro o el autobús.

¿Por qué hablamos de Diseño Universal Inclusivo?

La superposición de ambas palabras en realidad supone una redundancia, Diseño Universal es Diseño Inclusivo. Sin embargo, la combinación nos permite acercarnos conceptualmente a su aplicación específica en el campo de la accesibilidad para personas con discapacidad y movilidad reducida.

Es común el dicho “El buen diseño es invisible”. Pero, ¿qué quiere decir esta frase? Su significado está directamente relacionado con la intención y función del diseño de cualquier producto o espacio. Si está bien hecho, cumple las características para las que fue pensado, la persona lo usará sin darse cuenta de cómo está hecho. En cambio, en el momento en que se interrumpe la acción y cuesta llevarla a cabo, sus cualidades se hacen visibles, porque la persona los visualiza tratando de resolver el obstáculo frente a ella.

El mundo, tal y como está construido ahora, está hecho a imagen y semejanza del adulto medio. Este adulto será predominantemente hombre, con una altura y peso en la norma, completamente independiente, sin dificultades físicas, sensoriales o cognitivas. Este estándar es asequible para una gran parte de la población, por eso, es posible que ni notes cuando algo no cumple el diseño universal inclusivo.

Infante usa un audífono

Las señales sonoras mejoran la accesibilidad para las personas con discapacidad auditiva.

Sin embargo la diversidad humana es muy amplia, y las fases por las que pasa el ser humano son tantas, que es bastante común que al menos en algún periodo de nuestra vida, esta interfaz humana que son las estructuras urbanas, nos hayan resultado molestas o incluso una barrera imposible de batir.

Basta con pensar en alguna vez que tuviste una lesión y necesitaste usar muletas, o cuando eras sólo un infante incapaz de hacer nada por sí sólo, debido a la altura a la que se sitúan los accesos y objetos útiles.

Ahora, realicemos un pequeño ejercicio de imaginación

Pongámonos en la absurda situación de que el adulto medio, tuviera una altura de 3 metros, su cuerpo fuera extrañamente delgado, su intelecto desafiara cualquier test y sus dedos fueran especialmente largos. Todo, absolutamente todo, está fabricado para ser accesible a este adulto desproporcionado: Baños inalcanzables, teclados de ordenador inutilizables, escalones increíblemente altos… ¿Podrías ir de tu casa al trabajo fácilmente? ¿Y qué tal ir a tomar unas copas?

Esta es la realidad material de todas esas personas que no cumplen con los cánones del adulto medio, el real, claro. Y no hace falta ser niños o tener una lesión temporal para vivirlo de cerca. Las discapacidades y dificultades motrices, aparecen en nuestra vida sin mayor premeditación. El diseño universal inclusivo debe permanecer y seguir desarrollándose en nuestras vidas sin importar el medio: arquitectura, diseño gráfico, páginas web, mobiliario urbano y más. Allá donde haya una persona en sociedad, debe tener la libertad de vivir su vida sin impedimentos físicos, sensoriales o cognitivos.

En Vilber trabajamos por un mundo más accesible y un diseño universal inclusivo que ha venido para quedarse.

Publicado originalmente en Vilber Elevadores.